lunes, 6 de octubre de 2008

ESTIGMAS

Ella tenía una libreta
dónde recogía
los insultos de él.
Cuando discutían,
ella sacaba la libreta.
Él crujía los huesos
de sus manos.
Y comenzaban a insultarse.

En una de las escenas
a él no le dio tiempo
de crujirse los huesos.
Ella no escribió
nada
en la libreta

Se escribieron
las frases más contundentes
con la mano abierta.
Y las uñas.

Ella no sabe cómo
se escribe
eso en la
libreta.

Ahora pinta,
con maquillaje oscuro
sobre el estigma.
para que no
se note.

Su hijo utiliza
ahora
la libreta
para pintar
casitas.

La maestra le ha dicho
que sus casitas
son muy raras.

No tienen ventanas.
Ni sol.

Eva Vaz - Extraído del blog Islas en Red -

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